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Hace una semana llegó el perrito. Tiene tres meses y medio pero está enorme aunque muy flaquillo. Al principio el pobre venía asustado. Normal, había estado viviendo en el campo y claro, el cambio lo notaría. Se puso malillo en el coche, no quería andar nada, se pegaba a la pared y había que arrastrar de él. Al segundo día ya se le fue pasando y andaba más normal! Es super coscón, sólo quiere caricias y que le hagan caso. Más tierno, te mira con una carilla que…

El viernes nos pegó un sustazo :( Mi prima había ido a comprar unas cosas para la casa y mientras las descargábamos sacamos al perro a la puerta. Por allí pasan coches, y claro todavía no está acostumbrado. Además de estar muy nervioso de ver tanto movimiento. En un momento se salió para la carretera y venía un coche, la chica lo vio y pudo frenar. Menos mal, porque de esa no hubiese salido vivo. Fuimos a por él pero se nos escapó de nuevo y se fue para el coche otra vez. Menos mal que no iba muy rápido, pero la patita se la pilló. El pobre protestó un segundo y se fue cojeando. Lo que nos entró… Corriendo al veterinario porque pensamos que se había partido la pata trasera porque ni la apoyaba ni nada. Esto a las 9 de la noche de un viernes, el veterinario nos hizo el favor y lo llevamos. Es que aquí sólo hay uno. Lo miró y para tranquilidad dijo que no la tenía partida, que lo que tenía era el susto y el músculo un poco lastimado. Le mandó unas cosillas y poco más. Menos mal! :( Ayer ya andaba normal, pero estaba reventado porque pasaría una mala noche y se tiró todo el día dormido. Seguro que ha aprendido él y los demás también.